Yo tengo un miedo tremendo a perderla, a que se aburra de mi, por intentar ser lo mejor para ella termine hartandose de mi y de mis actitudes, de mi forma de ser. Pero igual todo está solo en mi mente. Esos malditos fantasmas.
Ella en cambio tiene miedo de decepcionarme porque no sea lo que yo espero, que no sea lo suficientemente hermosa. Pero lo es, realmente lo es. Tanto físicamente como en su forma de ser lo es. A veces no se que más puedo decirle o de qué manera demostrarle que ante mis ojos, lo que ven mis ojos en ella es extremadamente hermoso.
Tal vez la única forma es cuando la tenga frente a mi, la tome en mis brazos y no la dejé ir jamás, le demuestre con caricias, besos, mimos y apapachos que ella es una mujer divina y la única para mí.
